quinta-feira, 15 de julho de 2010

Visión Católica sobre la homossexualidad

En recente aprovación del senado federal, Argentina pasa a ser un país que fiere su sentido católico.

Fuente: www.aciprensa.com

  • Respuestas a objeciones de quienes están a favor del "matrimonio" homosexual
  • Los libros eran una pantalla para la pornografía
  • La ideología homosexualista y la redefinición del matrimonio
  • Las prácticas homosexuales
  • Mitos acerca del homosexualismo
  • Homosexuales y adopción de menores
  • La homosexualidad, una anomalía curable
  • ¿Él o Ella?
  • La revolución gay
  • Me dirijo a ti, gay, me dirijo a ti, lesbiana
  • ¿Matrimonio entre homosexuales?
  • La legitimación de las uniones homosexuales como uniones familiares supone discriminación para el resto de uniones
  • La sociedad homosexual y Pío Moa
  • "Género"
  • Perspectiva de género: sus peligros y alcances
  • La ideología del género
  • La filosofía del género
  • El sexo de los hombres, hombre o mujer
  • Homosexualismo: Respuestas a preguntas frecuentes
  • Factores causantes de la homosexualidad
  • ¿Qué dice la Iglesia Católica sobre la homosexualidad?
  • ¿Se puede curar la homosexualidad?
  • Estudio demuestra que homosexualidad es enfermedad y puede curarse
  • Consideraciones acerca de los Proyectos de Reconocimiento Legal de las Uniones entre Personas Homosexuales
  • Ayuda para las personas Homosexuales: Recursos de Vida Humana Internacional
  • "Matrimonio" homosexual en debate
  • Homosexualidad y Sida

  • domingo, 11 de julho de 2010

    Sed misericordiosos (Lc 10,25-37)

    Semana XIV del Tiempo Ordinario - 11 de julio de 2010

    “¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”. Esta es la pregunta que le hace a Jesús un especialista en la ley judía, “para ponerlo a prueba”. Tanto en la pregunta como en la respuesta se supone que el concepto de “vida eterna” es conocido.

    Una herencia es un bien que recibe quien ha sido acreditado por medio de un testamento. En este caso, el Bien que se anhela recibir en herencia es la “vida eterna”. Como es claro, sólo Dios puede legar este Bien infinito, pues sólo Él es eterno. Se trata entonces de recibir en herencia la misma vida de Dios, es decir, el mayor don al cual puede un ser humano aspirar. Y Dios ha hecho testamento. Ese testamento es el conjunto de “la ley y los profetas”. Esto lo sabía hasta un niño en Israel. ¿Cómo se explica, entonces, que el legista quiera “poner a prueba” a Jesús con una pregunta tan fácil? ¿Qué es lo que espera que responda?

    Para entender la pregunta del legista y en qué consiste la prueba que pone a Jesús es necesario leer la frase de Jesús que antecede: “¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron” (Lc 10,23-24). Si Jesús afirma que los profetas y reyes anhelaban ver y oír algo más, significa que lo visto y oído por ellos no bastaba; que la ley y los profetas no bastan para heredar la vida eterna. Por eso el legista pregunta qué más hay que hacer. Su pregunta es una “prueba”, porque se esperaba que Jesús respondiera restando valor a la ley.

    Pero Jesús responde reafirmando la ley: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”. Y cuando el legista responde citando el precepto tradicional del amor a Dios y al prójimo, Jesús aprueba: “Bien has respondido. Haz eso y vivirás”.

    El legista “queriendo justificarse” –por haber preguntado algo tan obvio- pone otra pregunta: “¿Quién es mi prójimo?”. Y aquí, en la respuesta de Jesús, aparece toda la novedad del Evangelio. Jesús responde con la parábola del buen samaritano, y ésta concluye con la pregunta: “¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?”. El sacerdote judío y el levita actuaron conforme a la ley, que exigía de todo el que participaba en el culto mantenerse alejado del contacto con un muerto. Para entrar en contacto con Dios se entendía que había que tener esta pureza externa. Mantuvieron la pureza externa, pero no tuvieron compasión. El legista se ve obligado a reconocerlo y responde: “El que practicó la misericordia con él”. Esto es lo que hay que hacer para heredar la vida eterna. Jesús lo dice dando la respuesta final: “Vete y haz tú lo mismo”.

    Según el Evangelio, para entrar en contacto con Dios, es decir, para poseer su misma vida divina, no hay que alejarse de la miseria humana; al contrario, hay que acercarse a la miseria humana para practicar la misericordia. Esta es la novedad de Cristo, esto es lo que los profetas y reyes anhelaban ver. El camino de Cristo consistió en despojarse de su condición divina y asumir nuestra miseria. Este debe ser nuestro camino: compadecernos de la miseria humana y socorrerla.

    + Felipe Bacarreza Rodríguez
    Obispo de Los Angeles (Chile)

    segunda-feira, 5 de julho de 2010

    Comunicado da CEE: “Diante da entrada em vigor da nova Lei do Aborto”

    Hoy entra en vigor la nueva Ley del  aborto. Es necesario recordar que se trata de una ley objetivamente incompatible con la recta conciencia moral -en particular, la católica- ya que, desde el punto de vista ético, empeora la legislación vigente por los siguientes motivos fundamentales. Primero, y sobre todo, porque considera la eliminación de la vida de los que van a nacer como un derecho de la gestante durante las primeras catorce semanas del embarazo, dejando prácticamente sin protección alguna esas  vidas humanas, justo en  el tiempo en el que se producen la gran mayo ría de los abortos. En segundo lugar, porque establece un concepto de salud tan ambiguo que equivale a la introducción de las llamadas indicaciones social y eugenésica como justificación legal del aborto. En tercer lugar, porque impone en el sistema educativo obligatorio la ideología abortista y “de género”.

    Estos y otros motivos han sido explicados por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal en su Declaración de 17 de junio de 2009, que la Asamblea Plenaria hizo expresamente suya en el comunicado final del 27 de noviembre de 2009. Los obispos concluyen la Declaración con las siguientes palabras: “Hablamos precisamente en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor; hablamos en favor de las madres, que tienen derecho a recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto; hablamos en favor de la libertad de los padres y de las escuelas que colaboran con ellos para dar a sus hijos una formación afectiva y sexual de acuerdo con unas convicciones morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida; hablamos en favor de una sociedad que tiene derecho a contar con leyes justas que no confundan la injusticia con el derecho”.

    TRADUÇÃO (LIVRE)

    Hoje entra em vigor a nova lei do aborto. Devemos lembrar que uma lei é incompatível com o direito objetivo da consciência moral, em particular, católica, e que, do ponto de vista ético, pior ainda, a legislação em vigor, pelas seguintes razões principais. Primeiro, e acima de tudo, porque considera que a eliminação da vida dos que vão nascer como um direito das mulheres grávidas, durante os primeiros quatorze semanas de gestação, deixando praticamente nenhuma proteção estas vidas, justo no momento em que se produzem a grande maioria dos abortos. Em segundo lugar, estabelece um conceito muito ambíguo da saúde tornando equivalente a introdução dos chamados indicadores sociais e eugênia como justificativa legal para o aborto. Em terceiro lugar, impõe ao sistema de ensino obrigatório e ideologia pró-aborto "de gênero".
    Estas e outras razões foram explicadas pelo Comité Permanente da Conferência Episcopal, na sua Declaração de 17 junho de 2009 Assembleia Plenária, que foi expressamente aprovada no comunicado final de 27 de novembro de 2009. Os bispos concluíram a declaração com as seguintes palavras: "Nós falamos especificamente para aqueles com direito a nascer e ser aceito por seus pais com amor, falou em favor das mães, que têm direito a receber do Estado e apoio social necessário para evitar tornam-se vítimas do aborto falam para a liberdade dos pais e as escolas trabalhar com eles para dar a seus filhos uma educação emocional e sexual, de acordo com certas convicções morais que realmente prepará-los para a paternidade e de saudar o dom da vida, falou em favor de uma sociedade que tem o direito de confiar apenas em leis que não se confunda o direito a injustiça. "

    Fuente: www.conferenciaepiscopal.es